Mi hermana Rita y yo, siempre hemos estado juntas. Hacemos los quehaceres de casa los domingos por la mañana, siempre ayudándonos para terminar más pronto. Comemos algo ligero y nos preparamos para salir.
Yo casi nunca uso vestidos, porque mis piernas están cada día peor, hechas un fiambre, pero Rita aún puede lucir faldas cortas que muestran sus piernas bien torneadas. Ya vestidas nos sentamos frente al tocador y nos arreglamos un poco el rostro. Procuramos tapar cualquier imperfección, cualquier grieta o agujero de nuestros rostros, empleando polvos y cremas, que siempre ayudan.
Rita me pide que gire la cabeza y entonces me retoca una mejilla, que tiene un tono verdi-azul que es difícil tapar con polvo traslúcido. Ya arregladas y perfumadas, salimos caminando, bolsa y sombrilla en mano hacia el centro del pueblo. Ahí nos perdemos entre la muchedumbre, viendo aparadores, comiendo helados y si se nos hace muy tarde, optamos por parar frente al carrito de hot-dogs y pedir uno para cada una.
Esta tarde, cuando estaba comiendo mi hot-dog, se cayó uno de mis dedos sobre la plancha donde se preparan las hamburguesas y se doran las salchichas. Nadie dijo nada. Con mucho sigilo, tomé una servilleta y recogí mi dedo, echándolo en mi bolso de mano. Rita se molesta cuando pasan esas cosas, pero qué le vamos a hacer. A pesar de que nos hemos vendado los brazos y el tórax, alguna porción de nuestra carne, se desprende y al final termina cayéndose del cuerpo.
El olor que nuestros cuerpos expelen lo hemos disimulado a la perfección con abundantes cantidades de perfumes muy finos, hechos con esperma de ballena, de manera que opacan ese tufillo a podredumbre que nos rodea.
Ademas de esos pequeños bochornos, no la pasamos mal en el centro. Vemos muchas cosas, mucha gente y, a veces, hasta atrapamos las miradas de algunos jóvenes despistados.
Luis G Torres nació en la CDMX, hoy avecindado en Cuernavaca Morelos desde hace años. Es egresado de la Escuela de Escritores Ricardo Garibay, de Morelos. Ha participado en cursos y talleres de cuento con Frida Varinia, Daniel Zetina, Miguel Lupián, Alexander Devenir, Gerardo H. Porcayo, Roberto Abad, Efraim Blanco y otros. Ha publicado en una treintena de revistas electrónicas. Otros cuentos están incluidos en antologías nacionales y latinoamericanas. En 2021 publico en INFINITA su primer libro: Pequeños Paraísos perdidos, y el año de 2022 Sin Pagar boleto, cuentos y narraciones de viajes por México. En febrero del 2023 presentó su tercer libro de cuentos INQUIETANTE, bajo el sello de Infinita. En enero de 2024 presentó su más reciente libro de cuentos, titulado OMINOSO (En editorial Lengua de Diablo). Colabora activamente en la revista LETRAS INSOMNES.
Excelente cuento. Me dió miedo, horror y preocupación de encontrarme con esas hermanas!!