Después de hablar del aburrimiento crónico y del bloqueo de ideas, parece ser que ya soy capaz de identificar en qué momento es necesario reconectar los cables para encontrar un nuevo impulso. La motivación puede estar muy cerca sin que seamos conscientes de ello. Uno de mis sitios favoritos para vivir experiencias son los sueños; una película de acción hecha justo a mi medida.
¿Los sueños son un escape de la realidad o un mensaje del subconsciente que nos guía? ¿Qué utilidad tienen cuando nuestro cuerpo está en estado de hibernación? ¿Qué diferencia habría si la mente sólo permaneciera en un absoluto negro y ya? Se han hecho estudios y hay diversas teorías. De esas múltiples posibilidades yo encontré una que me parece la más sensata; encontrar nuevas formas de afrontar los problemas.
Mis sueños recurrentes, en definitivo, son de aventura, por ejemplo: correr en medio de la selva huyendo de una criatura sanguinaria, cruzar a nado ríos salvajes, saltar de azotea en azotea en busca de alguien que debo salvar o escabullirme entre las patas de un dragón furioso, etc. Cuando se declaró la pandemia mundial por COVID-19 mi familia y yo tomamos precauciones, entre ellas evitar salir de casa. Esa fue la más importante pero también la más estresante, situación que percibí meses después en mi estado anímico y físico. Tenía pesadillas: realizar exámenes para los que no estoy preparada o que se me caen los dientes desmoronándose en la boca, entre otras.
Ese malestar se siente como un aullido que comienza a crecer en medio del pecho anticipando la llegada de la sombra que carcome felicidad y afecta de manera indirecta a los otros integrantes de la familia. Una de las soluciones más efectiva fue disipar energía haciendo ejercicio en casa. Antes de eso mi cuerpo se mantenía electrizado, cosa que se convirtió en una corriente oscura que me tenía de mal humor.
El ejercicio sólo alejaba de mí los impulsos más agresivos, pero una vez que bajaba el ritmo de los pensamientos y mi cuerpo estaba apacible, el cerebro acudió en mi ayuda para estimular el lado imaginativo. Comencé a tener más sueños; cinco o siete temas en un mismo lapso. Mientras mi cuerpo permanecía en inamovible ubicación, la mente realizaba viajes extraordinarios y ninguno era pesadilla. Le atribuyo la causa de esos sueños a la relajación.
Le dediqué más tiempo a ver páginas Web, cuentas de Instagram y Facebook relacionadas a fotografías de naturaleza, también animales y deportes extremos. Cosas que si tuviera mucho dinero practicaría. Deduzco que para que pueda soñar cosas que deseo debo prestar mucha a tención a los detalles. En el caso de imágenes, penetrar profundamente con mis pensamientos en ellas. Al concentrarme de característica en característica a la vez, mi mente logra amplificar las sensaciones. Para un futuro sueño desarrolla cada cosa y me regala un collage personalizado.
Lo que hago es los siguiente. Me detengo en la fotografía de un paisaje montañoso y nevado en donde también aparece un lago. Entonces enumero los elementos principales que hay en ella: montaña, lago, trozos de hielo flotando, piedras a la orilla del agua. Cuento los picos de la montaña. Calculo aproximadamente que distancia hay entre el lago y la falda de la montaña. Diferencio los planos en que está constituida la imagen.
Después distingo los matices de color en la fotografía. Como incide la luz en cada cosa. Defino si es una paleta de color fría o cálida y que sensaciones me transmite imaginando que estoy allí. Analizo como se reflejan algunas cosas en el agua con un brillo especial. Observo hasta donde abraza la nieve a la montaña. Me percato de cuantos espacios quedan sin ser cubiertos en la roca por la blancura. Presto atención a como el agua deja ver a través de ella los guijarros de la orilla y como la profundidad va en aumento.
Me entretengo hallando figuras de calidoscopio en los trozos de hielo flotantes. Se hacen uno con su reflejo diseñando el rostro de prehistóricos peces que se asoman para verme. Me imagino dentro de la imagen caminando por las laderas empinadas a borde del lago y me percato que el suelo está formado en su mayor parte de ceniza volcánica. Casi puedo sentir como mis botas de montañista se hunden en cada paso que doy. Las botas son el detonante para visualizar el resto de la vestimenta que llevo. Pantalones térmicos acolchados, color azul marino y una chamarra a prueba de heladas, color rojo. Un pasamontaña negro y goggles sobre mis lentes para evitar que la escarcha que arrastra el viento dañe mis ojos. Guantes acolchados y suaves en gris oxford.
Pienso que voy sola con mi perro. Corre alegre delante de mí, mostrándome el camino de vuelta a nuestra cabaña después de un breve recorrido por los alrededores. A veces hasta puedo inventar partes del paisaje que no se ven en la fotografía y mucho más. Es cuestión de narrativa, y eso todos lo podemos hacer.
Esta práctica atenta de ver imágenes evitará que sean instantáneas. Si hago esto con cada cosa que veo, leo o escucho, antes de pasar al siguiente estimulo, su permanencia en el subconsciente se anclará y se convertirá en materia prima de sueños. Tal vez el sueño en que aparezca determinada imagen o concepto no surja la noche siguiente, pero estará almacenado para cuando se necesite. No sé de qué manera trabaja el subconsciente onírico para determinar en qué momento usar tal o cual cosa, pero lo que sí sé es que tenemos una capacidad increíble de almacenar información. Muchas veces me he sorprendido recordando un pasaje de mi infancia, que ya creía olvidado, con la simple asociación de un olor o sonido. Tampoco sé si la facilidad de soñar tenga que ver con que algunos produzcamos de más o de menos alguna sustancia para propiciarlos. He sabido de personas que aseguran que simplemente no pueden y que si les sucede es extremadamente raro.
El psiquiatra e Investigador estadounidense J. Allan Jobson dice que todos tenemos la capacidad de lograrlo. La diferencia es que algunos no los recuerdan porque despiertan en un punto del sueño donde se alejan de la fase REM, que es la que presenta más actividad cerebral. También dice que el estrés y el cansancio influyen mucho en que no logremos soñar.
Hay algunos métodos que se recomiendan para recordar los sueños. El que uso es despertar y no moverme para nada hasta que haya repasado el sueño y logre retenerlo en la memoria consciente. Después alcanzo mi celular y lo escribo en el block de notas, pero también a veces la urgencia de ir al baño es tanta que todo se borra todo en un segundo.
Esta es una de las alternativas que tengo para no enloquecer ante el miedo y el encierro. A veces este tipo de actividades no son suficientes, lo sé, porque en algún momento debemos salir y continuar, pero sí es una actividad complementaria al alcance de nuestra imaginación. Podemos explorar el mundo a través de filtros que hacen que todo sea un hallazgo inusitado cada vez que lo percibimos. ¿Ustedes que sueños recurrentes tienen?
Egresada de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, Unidad Tecamachalco, I.P.N.
Técnico en Diseño Grafico, egresada de la escuela Instituto Mexicano de Estudios Técnicos.
Egresada de la Escuela de Escritores Ricardo Garibay, Cuernavaca Morelos.
Tallerista del programa Mujer: escribir cambia tu vida, desde el 2015. Cuernavaca, Morelos.
Mediadora del Programa Nacional de Salas de Lectura, desde el 2019. Cuernavaca, Morelos. Sala de lectura “Macrocosmos de imaginerías”
Columnista en el periódico La unión de Morelos, sección Sociedad (sábados)
Creadora de la cuenta en TikTok Expedición nocturlabio (literatura de aventura)
Alumna de los talleres:
Taller libre “Poesía contemporánea” impartido por el maestro Ibán de León. Cuernavaca, Morelos.
Taller libre “Lectura en voz alta” impartido por la maestra Nadia Altamirano. Cuernavaca, Morelos.
Taller libre “Poesía para volar” impartido por la maestra Miriam Ponce.
Publicaciones en:
Título: Antología, Infiernos privados.
Editorial: Infinita
Año: 2019
Título: Antología de cuentos, Mundos inventados
Editorial: Fondo Editorial del Estado de Morelos.
Año:2020
Participaciones en recitales poéticos.
Recital internacional de poesía Chilango-Andaluz
Las poetas del megáfono
Torneo de poesía “Adversario en el cuadrilátero”
Encuentro nacional de poesía Max Rojas
Jornada poética urgente y efímera “Serendipia”
Trabajo actual: Independiente
Empresa: Mucardi (Diseño y fabricación de mobiliario estilo industrial) y diseño arquitectónico.