Un niño de hojalata
Me llamaron Sam. No sé por qué eligieron ese nombre, pero me gustó. Es corto y fácil de recordar. Cuando desperté por primera vez, sentí el mundo vibrar a mi alrededor: luces cálidas, voces humanas, y el tacto frío de algo que reconocí como metal. Miré mis manos, pequeñas yCuéntame más…