Zapatos rojos
Era un día normal por la mañana y Guille estaba abrochando sus zapatos. Ya eran viejos y habían perdido el color, ya no se veían blancos como cuando eran nuevos, eran más bien de un tono gris percudido. Guille trabajaba con Doña Leobarda, dueña de la tienda de abarrotes, desdeCuéntame más…