Marco Adonai Pedraza Espinosa

Marco Adonaí Pedraza Espinosa, conocido en el medio teatral tlaxcalteca como Adonaí “Jay” Pedraza, es Comunicólogo de profesión y teatrero por vocación. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación con terminal en Mercadotecnia y Publicidad por la Universidad Cristóbal Colón del Puerto de Veracruz, además es Maestro en Artes: Inter y Transdisciplinariedad por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

Desde muy pequeño, sus padres notaron que tenía más energía que otros niños y le costaba trabajo poner atención en clase (TDAH). Al buscar diferentes actividades para ayudarle a controlar este trastorno, encontraron el Teatro, donde el mismo Adonaí ha dicho que aprendió que más que un problema, era un don que necesitaba aprender a controlar.

Adonaí se considera un admirador de las Artes en general, aunque las actividades escénicas y musicales han tenido un fuerte impacto en su desarrollo personal, social y emocional. Se ha desenvuelto principalmente en el escenario, pero también ha trabajado en la producción de atrezzo, escenografía, aspectos técnicos y de tramoya para distintas puestas en escena en Tlaxcala y el Puerto de Veracruz con Xpresión Plantel Tlaxcala y para las compañías Teatrubu, Teatro Salamandra, Chukan, Serpientes y Escaleras y la Compañía Estatal de Teatro.

Entre las obras en las que ha colaborado, destaca “¿Quién anda ahí?”, “Las naguas coloradas”, “Los Sordos”, “Cosas de muchachos”, “Mía”, “Dulcita y el burrito”, “Título para un drama”, “El gran Teatro del mundo”, “Arlequín, servidor de dos patrones”, “Bodas de sangre”, “La furia entre Ernesto y Ernestina”, “El misterio de Abel Brockenhaus”, “Bajo el silencio”, “La Villa de las Barrancas” y “El Yeitotol”.

Su trabajo actoral siempre se ha visto fuertemente influenciado por el Rock ‘n’ Roll, género que ha admirado toda su vida por su excentricidad y teatralidad comparable con la ópera renacentista, ya sea en el vestuario, actitud del personaje, musicalización, o un aspecto característico de sus escenificaciones.

Corría el año de 1993, Ana, Adriana, Erick, Mauricio y Oscar, eran estudiantes del último semestre de la carrera de Química-Farmacéutica en la UNAM, colaboraban con el doctor Luis Fernando Aguilar Torres, quien desarrollando un medicamento contra la tuberculosis. Todo estaba listo para pruebas en humanos, primero, debían probar enCuéntame más…